sábado, 16 de febrero de 2013

Amor...

"Las lágrimas resbalan por tu cara, 
yo las beso, y en mis labios, son amargas.
¿Quién te hizo esto?
Dime amor, ¿quién fue?
Susurro palabras para consolarte,
pero en tu pecho, el dolor es grande.
Tus bellos ojos no brillan ya,
tu mirada, perdida está.
Te abrazo y siento frío,
¿dónde te escondes, amor mío?
Volaré al hermoso cielo,
bajaré a los temidos infiernos,
tal vez arda en su fuego eterno.
Pero no dejaré de buscar a esa que te hirió,
en lo más profundo del corazón.
A esa que te quitó la felicidad
y la sustituyó por el horror.
Cuando la encuentre no habrá,
ni ser ni cosa que me pueda parar.
Tu dolor vengaré,
pero multiplicado por cien.
Será como si ella no hubiera existido,
y al fin, estarás tranquilo.
Entonces, curaré con mis labios tus heridas,
te amaré como si sólo tuviésemos un día,
seré siempre tu guía,
tu amor, tu compañía..."

Feliz San Valentín!! Espero que este poema os haya gustado, ya que es muy propio para esta semana.
El pasado jueves 14 de febrero miles de parejas celebraron ese día tan especial. Para mí podemos decir que fue simplemente Jueves, no sé si me explico... Pero el no haber encontrado aún tu "media naranja" no significa que no tengas la suficiente inspiración como para escribir un poema de amor :) Exactamente eso fue lo que me pasó a mí y este es el resultado de tanto aire cargado de amor, aunque algunas no lo soporten (eso va por ti, Miss Lunarïe xD) 

Nos vemos!!
Besos ^^  

 

viernes, 8 de febrero de 2013

La náufrago...

Ante todo... MIL PERDONES por mi laaaarga ausencia. Lo siento, es que he estado bastante ocupada con los estudios y... bueno... vosotros me entendéis... Al estar en el segundo trimestre parece que los profesores "dan más caña", como se dice, a las clases. 
En fin, en compensación a los días en los que he estado un poco "perdida", me gustaría que leyerais la siguiente historia. Es una que creé para una exposición oral de Lengua que tenía que hacer hace unas semanas (he sacado un 9! Wiiii!! ^^) y como me gustó cómo quedó, pues claro... A compartirlo con vosotros se ha dicho! :) 
Espero que os guste...:


"Esta historia cuenta la experiencia de una chica que sobrevivió al naufragio del barco en el que viajaba, esta historia no es conocida por casi nadie, ya que esa chica estaba amenazada por aquellos que no querían que los verdaderos motivos de aquel naufragio se conocieran, aquella chica, era yo.

El rumor de las olas me despertó y la luz del sol que se reflejaba en la arena de la playa me cegó. Aturdida, parpadeé hasta que mis ojos se adaptaron a la luz y me tumbé boca arriba en la arena, una arcada me sacudió y todo el agua que había tragado empapó la arena de aquella playa. Me acerqué como pude al agua marina y me enjuagué la boca, sintiendo la sal y, sobre todo, la sed en mi garganta. Después, con la mente más despejada, miré a mi alrededor, preguntándome dónde estaba.
Era una isla, de eso estaba segura, la arena de la playa era fina y suave, el mar era de un azul cristalino y el agua estaba más bien templada. Por su parte, a mis espaldas, un bosque espeso se alzaba sobre la isla y a lo lejos había una montaña que tenía toda la pinta de ser un volcán enorme. Tomé la decisión de resguardarme del sol a la sombra de los árboles y me incorporé con mucho esfuerzo, estaba cansada y mareada, me dolía la cabeza y tenía sed.
Cuando llegué al bosque suspiré, aliviada, bajo la sombra de los árboles me sentía protegida y más fresca que en la playa, a pleno sol. Me concentré en buscar agua, no podía beber el agua del mar, sólo me daría más sed, tenía que encontrar agua dulce. Comencé a caminar entre árboles y arbustos, más de una herida se abrió en mi piel por las zarzas que tenía que atravesar, pero al fin, ante mis ojos apareció un pequeño riachuelo de aguas claras y de poco cauce que despertó aún más la sed que sentía. Me abalancé hacia él y bebí a grandes sorbos hasta saciarme, después, sin la sed, apareció el hambre y parece que la suerte se apiadó de mí, porque junto al riachuelo había un pequeño arbusto con pequeños frutos amarillos de sabor dulce. Me apoyé en la enorme raíz de un árbol que había junto al río y cerré los ojos, intentando recordar la noche anterior, la de la tormenta:

Las olas rompían fuerte contra el cascarón del barco, moviéndolo de tal forma que era imposible poder dar un paso sin caerse. Los marineros se movían frenéticos por el barco, atentos a las órdenes del capitán que gritaba a unos y a otros lo que tenían que hacer. Junto al capitán, se encontraba Ferer, el responsable de que la carga que llevábamos en el barco llegara a su destino. Era un hombre corpulento, calvo y que imponía miedo y respeto con sólo una mirada de sus ojos grises. Nunca me había caído bien Ferer, era demasiado desagradable, sobre todo conmigo y con Viante, la otra chica que trabajaba en el barco como marinera. Yo era la única marinera que sabía qué tipo de carga llevábamos en el barco y también sabía que era ilegal, por lo que Ferer parecía tenerme más vigilada que nunca, y eso me ponía nerviosa.
Otra ola sacudió el barco y caímos todos al suelo, el capitán gritó nuevas instrucciones:
-¡Tomad las cuerdas! ¡Izad la vela!
La lluvia era ya incluso dolorosa, caía con mucha fuerza y casi no veía, pero aún así, fui capaz de llegar a la parte baja del mástil del barco y  tirar de las cuerdas, haciendo que la vela se abriera por una parte, la otra estaba atascada y una figura delgada trepaba ya por el mástil para soltarla. Su larga melena rizada era inconfundible y grité el nombre de Viante, miré hacia donde se encontraba el capitán y vi, cuando un rayo iluminó la cara de Ferer, cómo este sonreía y apuntaba a Viante con una pistola, pensé que se había aquel hombre se había vuelto loco, pensé que él creía que yo le había contado a alguien lo que sabía y para vengarse, quería matar a mi amiga, aunque yo no había contado nada. Yo corrí hacia él, lo empujé y desvié el tiro, el hombre se levantó del suelo y me dio un puñetazo, yo le volví a empujar, con la fuerza suficiente para tirarlo por la borda, pero me agarró del brazo y yo caí con él al mar.
Una ola gigantesca cayó sobre los dos, nos hundimos, Ferer se hundió, pero yo conseguí salir a flote. Escuché cómo Viante me llamaba a gritos, me volví hacia ella y los demás marineros, que buscaban algo con lo que sacarme del agua, pero era demasiado tarde, otra ola cayó sobre mí y me nubló la vista.
Me perdí en la oscuridad, con la voz de Viante gritando mi nombre, desesperada.
 
Me desperté sobresaltada, de nuevo estaba en la isla, junto al mismo riachuelo, ya había anochecido. Dos lágrimas resbalaron por mis mejillas, recordando a Viante, recordando a mi mejor amiga.
Una semana después de mi llegada a la isla, un helicóptero me encontró y me llevó a casa, todos lloraron emocionados al verme.
Todos salvo Viante y el resto de la tripulación, de ellos no he vuelto a saber nada más."

Un poco triste, pero bueno, no todos los finales son felices. Aún así, quedé bastante satisfecha con mi creación y espero que a vosotros os haya dejado un buen sabor de boca tras leerlo.
Nos vemos!! :D