Hola!! Qué tal esas vacaciones? Sé que algunos de vosotros estáis ya de vacaciones o os iréis pronto, si es así, espero que os lo paséis genial... Y cuidado con el sol! :)
Bueno, pues os dejo con la siguiente parte de El Protector, el relato que comencé a narraros en la entrada anterior:
Asustada,
Ethel intentó gritar, pero tampoco pudo, una mano fría le tapaba la
boca. De repente, sintió dos agujas que se clavaban lentamente en un
lateral de su cuello y cómo el veneno de aquella criatura iba
tomando posesión de su cuerpo, atravesando todo su canal sanguíneo
buscando el camino para llegar a su corazón.
Cuando
estaba a punto de decirle adiós a la vida, sintiendo cómo la muerte
llamaba a la puerta de su alma para entrar y llenarlo todo con su
negro sudario, un resplandor entró por la ventana y aterrizó a los
pies de la cama. Ethel escuchó el sonido que produce una espada
cuando es desenvainada y a su agresor retirarse de su cuello para
encararse al individuo resplandeciente. La chica, en medio de su
agonía, pudo abrir los ojos pero aún no podía moverse. Lo que vio
la dejó casi sin el poco aliento que le quedaba.
Su
salvador era un ser alado de cabello canela y ojos verdes que
empuñaba una espada de plata, parecía de la edad de Ethel y el
resplandor que emanaba pudo dejar ver a la chica el ser que la había
atacado. Era un hombre de largos colmillos que vestía una larga capa
negra y portaba una espada de bronce con la cual embestía al
salvador con furia asesina, mientras que este rechazaba todos los
golpes con elegancia, sin cambiar la misma expresión neutra que tenía
hasta ahora.
El
alado pareció cansarse de rechazar y pasó al contraataque, de un
solo golpe, cogió al oscuro con la guardia baja y lo atravesó de
parte a parte convirtiéndolo en un montón de polvo y humo negro que
el alado hizo desaparecer con una sonrisa triunfal en la cara.
Después, el luminoso se inclinó sobre la agonizante Ethel y la besó
en los labios, la chica sintió cómo el veneno desaparecía poco a
poco extraído de su alma por aquel chico alado. Al cabo de unos
minutos, él se separó y ella lo miró:
-Siempre
a tu lado, Ethel.- dijo el alado con una dulce sonrisa.
Ethel
le sonrió también y cayó dormida. El chico le acarició una
mejilla, envainando la espada mientras desplegaba sus alas, echó a
volar a través de la ventana perdiéndose en el oscuro cielo de la
noche, dejando aquella ardiente promesa en el alma de Ethel.
El
ejército del sur fue vencido ya que el Tormento, así es como
llamaban al demonio que los atacaba, no apareció. Ethel conocía la
razón, pero jamás confesó lo que sabía a nadie.
La
guerra había acabado y una semana después nació el hermano de
Ethel, la chica pidió a sus padres que le dejaran ponerle el nombre
y ellos accedieron encantados. Sin pensarlo, Ethel nombró a su
hermano con el nombre de Ilser, que en su idioma significaba
“protector”. Sus padres le preguntaron el por qué de ese nombre
y ella tan sólo contestó que creía que era un bonito nombre, sin
relevar jamás que era en honor de aquel chico alado que la había salvado.
Qué os ha parecido? Esta es una de mis creaciones preferidas, espero el final no os haya defraudado.
Felices vacaciones!! :)
¡¡Oh qué bonito!! Me encanta el nombre del hermano y lo que significa en su idioma. :D
ResponderEliminarBesos y que pases un buen verano. :)
Gracias!! :D Feliz verano a ti también! ;)
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